Gamer, A. K. Libertad y Conectividad: fomento a la libertad para comunicar en las Américas. Informe del Primer Foro del Instituto Aspen sobre la Libertad para Comunicar. Edtion ed. Washington, D.C.: Aspen institute, 2012.
Conforme la sociedad se adentra en la era digital, asuntos relacionados con la libertad para comunicar y la conectividad se vuelven más urgentes. Los enfoques en la gestión de riesgos y oportunidades pueden diferir ampliamente de país a país. Algunos gobiernos restringen los derechos individuales y el acceso a la información, mientras que otras naciones promueven o incluso garantizan la provisión de herramientas digitales, cada vez más necesarias para la participación en una sociedad global. La conectividad y la libertad para comunicar son importantes para el desarrollo personal, social, económico y político. El Internet se está convirtiendo en una puerta de entrada fundamental para acceder a puestos de trabajo, educación, banca, salud, servicios gubernamentales y participación ciudadana. Es un factor fundamental de crecimiento para los negocios y brinda nuevas oportunidades para las economías locales, regionales y nacionales. También, facilita la comunicación y el intercambio de información entre los ciudadanos y los funcionarios electos. Esto, a su vez, puede fomentar que las instituciones gubernamentales sean más responsables y transparentes. Sin el acceso y las habilidades necesarias para conectarse a Internet, esto se convierte en una pérdida de oportunidades que impiden el progreso y amplían aún más la brecha entre los que más tienen y los que no. Conforme los asuntos relacionados con la comunicación alcanzan la cima de las agendas locales, nacionales e internacionales, las autoridades a menudo se encuentran atrapadas entre las obligaciones competitivas y los valores. Sin embargo, las preguntas surgen en torno a la construcción del futuro digital: ¿Cuál es el papel apropiado del gobierno? ¿Cuáles son las responsabilidades de las empresas, la sociedad civil y los ciudadanos? ¿Qué políticas y prácticas están emergiendo como indicadores de éxito en el futuro?
Las sugerencias del foro tienen cinco objetivos principales:
1. Desarrollar un consenso nacional y un plan para la sociedad digital.Los líderes electos de México necesitan hacer de las telecomunicaciones uno de los elementos más importantes de la agenda nacional. En colaboración con un amplio grupo de actores sociales, se debe crear una campaña nacional para impulsar la inversión y la participación en la sociedad digital.
2. Desarrollar una infraestructura digital. Los líderes mexicanos, primero,tienen que mejorar los mercados mediante la promoción de la competencia y el rechazo ala discriminación. Cuando los mercados fallan, el gobierno tiene la función de subvencionarla inversión para impulsar el desarrollo de la infraestructura de banda ancha. Inversiones específicas en ámbitos como la educación pueden ayudar, pero el gobierno debe primero no hacer daño.
3. Desarrollar una cultura de innovación. México necesita desarrollar una cultura de innovación y emprendimiento en la que las ideas audaces y la creatividad sean alentadas y recompensadas. Las instituciones de investigación, como el Tecnológico de Monterrey,pueden jugar un papel importante al ayudar a desarrollar el talento humano y los modelos de emprendimiento social que podrían fomentar una cultura de innovación en México.
4. Desarrollar un ecosistema para la inversión en innovación. Para complementar una cultura de innovación, México necesita desarrollar un ambiente propicio a la inversión de capital de riesgo que fomente la innovación. Las empresas y los ciudadanos ricos de México pueden desempeñar un papel de liderazgo para hacer que esto suceda.
5. Desarrollar un entorno favorable para la libertad y la conectividad. México necesita desarrollar estructuras legales para la libertad. Esto significa que los marcos institucionales, en todos los niveles de gobierno, deben apoyar plenamente la libertad de expresión. Todas las partes interesadas, pero sobre todo los líderes de los gobiernos, las empresas y la sociedad civil, deben adoptar nuevas formas de pensamiento y políticas de avancey acción que sean coherentes con un mundo más democrático y digital.